Puede que algunos de nuestros lectores (seguramente pocos) no te conozcan, Tamara, ¿qué tal si te presentas a ti misma tanto personal como profesionalmente hablando?
TAMARA: ¡Hola Lucía! Bueno, pues mi nombre es Tamara, tengo 27 años y soy autora del blog UNA MIRADA ESPECIAL. Desde pequeña quise dedicarme a la educación especial y la discapacidad, ya que yo también tengo una discapacidad física y sensorial y tenía la necesidad de proporcionar las ayudas que yo no había tenido, pero, cuando llegó el momento, decidí estudiar algo relacionado con el turismo (esto no lo sabe nadie jajajaj). El caso es que hice mis prácticas en un hotel muy muy conocido de Madrid y me encantó la experiencia, pero poco después, solo por probar, hice un curso de monitor de ocio y tiempo libre para personas con discapacidad y fue entonces cuando me di cuenta de que seguía con la misma idea de cuando era pequeña. A partir de ese curso y las prácticas correspondientes, empecé mi camino en la educación especial. Hice varios años voluntariados en asociaciones y fundaciones de personas con discapacidad intelectual y mientras continuaba estudiando. He estudiado integración social y tengo formación en autismo, atención temprana, intervención social entre otros, porque no he parado de estudiar desde entonces. También me encanta el ámbito de la tercera edad, y por ello, tengo formación específica también en este grupo de población.
Ya son muchos años los que llevas al volante de la cuenta @unamiradaespecialblog_, si no me equivoco desde 2017. Yo personalmente, como pedagoga, me sentí atraída por tus recursos, perfectos para el trabajo en el ámbito de la educación especial, ¿qué te llevó a crear esos recursos y para quiénes van dirigidos?
TAMARA: En 2017 me salió un trabajo de acompañamiento a una joven con síndrome de Down a domicilio, por lo que empecé a crear muchas actividades adaptadas para ella. Decidí enseñarlas por Instagram y las primeras seguidoras de la cuenta me preguntaban dónde conseguir esos recursos. Y así es como decidí crear el blog.
Por lo que hemos podido comprobar en diversas ocasiones a través de tu perfil, eres muy fan del trabajo a través de la metodología TEACCH, ¿qué beneficios tiene esta metodología y porqué usar esta y no otras?
TAMARA: Bueno, no me gusta decir que no se utilicen otras metodologías, de hecho, soy partidaria de coger de cada una lo más conveniente, pero creo que el método TEACCH tiene unas características que pueden ayudar no solo a peques con TEA sino con otras necesidades e incluso sin ellas.
Esta metodología fue creada pensando en las personas con autismo para fomentar su autonomía y conseguir tener un control de las conductas, y está basada en la enseñanza estructurada, donde se adapta el tiempo, el espacio y el sistema de trabajo.
¿Cómo adaptamos el tiempo? Pensando actividades de corta duración donde el niño/a tenga conciencia del término de la actividad, utilizando por ejemplo relojes de arena.
En cuanto a la adaptación del espacio, se refiere a organizar las actividades que de manera visual, a primera vista, el niño sepa reconocer qué se va a llevar a cabo ahí, o lo que todos conocemos por rincones de aprendizaje, como puede ser el rincón de lectura, de letras, de informática… etc.
¿Cuál crees que debería ser el fin de nuestro trabajo como profesionales con las personas con discapacidad intelectual?
TAMARA: En pocas palabras: hacerles la vida un poco más fácil, tanto a ellos como a las familias, proporcionando los recursos necesarios y que estén en nuestra mano.
Y, ¿cuál crees que debería ser el fin de la sociedad al completo con las mismas?
TAMARA: La inclusión y el respeto. A veces pienso que hemos avanzado en esto, pero luego veo ciertas situaciones que me hacen pensar lo contrario. Así que creo que hace mucha falta concienciar desde pequeños en la diversidad, y como adultos, interesarnos en conocer la discapacidad y qué podemos hacer por ellos.