QUÉ ES

Es la pérdida o anormalidad de la función anatómica y/o fisiológica del sistema auditivo y tiene su consecuencia inmediata en una discapacidad para oír, lo que implica un déficit en el acceso al lenguaje oral. Debemos tener presente que cualquier trastorno en la percepción auditiva a edades tempranas, va a afectar a su desarrollo lingüístico y comunicativo, a sus procesos cognitivos y, a consecuencia de ello, a su posterior integración escolar, social y laboral.

Para tener una discapacidad auditiva, la audición deficiente debe afectar a ambos oídos, lo que se llama pérdida auditiva bilateral. Las pérdidas unilaterales permiten una audición normal, no presentando necesariamente alteración en el lenguaje.

CLASIFICACIÓN

Se clasifica en dos grande grupos:

HIPOACUSIA

Las personas con hipoacusia son aquellas que, aún padeciendo una pérdida de audición, son capaces de adquirir por vía auditiva el lenguaje oral y utilizarlo de manera funcional en su proceso comunicativo, aunque en la mayoría de los casos necesitarán el uso de prótesis adecuadas.

SORDERA

Se considera que una persona presenta sordera cuando su pérdida auditiva es de tal grado que sus restos auditivos no son aprovechables, y se encuentra incapacitado para adquirir la lengua oral por vía auditiva, convirtiéndose la visión en su principal canal de comunicación.

Según el grado de pérdida auditiva podemos distinguir:

HIPOACUSIA LIGERA

La mayoría de estas pérdidas ligeras suelen estar afectadas por otitis. Las personas que lo padecen reconocen las palabras por vía auditiva, aunque algunos fonemas  consonánticos no los identifican con total nitidez.

HIPOACUSIA MEDIA O MODERADA

Nuestro tono de voz, normalmente, corresponde a una intensidad media de 60-65dBs. Las personas con hipoacusia media o moderada necesitan que se eleve la voz para poder percibir el mensaje con claridad. Adquieren el lenguaje oral por vía auditiva pero con dificultad. Pueden desarrollar el lenguaje con cierto retraso, utilizar un vocabulario más pobre y persistir durante más tiempo problemas formales de estructuración morfo-sintáctica. Necesitan audífonos. 

HIPOACUSIA SEVERA

Tienen grandes dificultades para entender las palabras. Con intensidad fuerte pueden percibirlas de forma imprecisa. Si la pérdida se acerca a los 90dBs muchos sonidos no los perciben. Su habla suele ser monótona, poco inteligible y presentan un importante retraso en el lenguaje. Los audífonos son muy importantes ya que, a través de ellos, pueden llegar a desarrollar el lenguaje oral, aunque requieren una intervención especializada de profesionales e intervención adaptada de las personas de su alrededor. Necesitan mirar a la boca para compensar lo que por vía auditiva y a través de los audífonos no les llega con claridad, especialmente en circunstancias acústicas no óptimas.

HIPOACUSIA PROFUNDA

Tan solo perciben ruidos muy intensos y algunos de ellos gracias al componente vibratorio. No pueden percibir las palabras y no desarrollan lenguaje oral de forma natural. Dentro de esta categoría, hay grande diferencias en función de los restos auditivos que mantengan en las frecuencias conversacionales.

Mal detección precoz, una ayuda protésica eficaz como el implante coclear y la intervención especializada permiten paliar las implicaciones funcionales de las deficiencias auditivas de este grado.

A partir de un grado de déficit se recurre al uso de prótesis auditivas:

  • AUDIFONOS

  • son aparatos de uso personal para amplificar los sonidos. Según el grado de pérdida y la calidad de los restos auditivos, se pueden conseguir buenos resultados con el entrenamiento auditivo y el uso continuado. Dos tipos: RETROARTICULAR, que se sitúa detrás de la oreja y se coloca más en menores. INTRAOCULAR, cuando la pérdida no es muy grave y a partir de una cierta edad. Se coloca dentro del pabellón auditivo o del conducto externo.
  • IMPLANTES COCLEARES

  • están indicados para los casos de pérdidas profundas (+90dBs) bilaterales. Si éste se realiza en edades tempranas, permite, tras un entrenamiento auditivo, alcanzar una audición funcional para el desarrollo del lenguaje oral. El implante se coloca mediante una intervención quirúrgica y consiste en introducir en el órgano de Corti del oído interno 24 electrodos. Una vez realizada la programación del implante, se necesita seguir un programa de entrenamiento auditivo para ir aprendiendo a discriminar, identificar, reconocer y comprender todo lo que recibe por vía auditiva.

Una audición funcional conseguida a través del audífono o implante coclear no es una audición totalmente normal, lo que hace necesario desarrollar estrategias y ayudas por parte del interlocutor que permitan a la persona acceder a una comprensión completa de la información oral que se genera a su alrededor.

PERFIL DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD AUDITIVA 

SIGNANTES O SORDOS PROFUNDOS

En la pérdida auditiva bilateral profunda, el primer síntoma es la mudez al no poder desarrollar el lenguaje oral en contextos naturales de interacción ya que los audífonos apoetan una audición limitada que no permite entender el lenguaje oral ni controlar la propia articulación. Suele producirse un rechazo de la prótesis, y su sistema de comunicación es    viso-gestual usando la lengua de Signos.

ORALISTAS O HIPOACÚSTICOS

Una persona con hipoacusia oye pero tiene dificultades para entender bien lo que se dice, y esta limitación varía según el grado de pérdida. Con ayuda de audífonos y la estimulación y educación adecuada, las personas con hipoacusia desarrollan el lenguaje por vía auditiva y pueden participar en contextos orales con ayudas y adaptaciones del medio y de los interlocutores. Necesitan el uso continuado de audífonos, y en algunas ocasiones, recurrir a la labiolectura.

SORDOS CON IMPLANTE COCLEAR

El implante coclear realizado a edades tempranas, permite un uso funcional de la audición y el desarrollo de un lenguaje oral normalizado, que les permite asemejarse a las personas con hipoacusia. Sin embargo, una persona con implante no es igual a un oyente, ya que el implante no restablece totalmente la audición, y aunque llega a ser funcional, no es normal, por lo que las personas sordas implantadas necesitan ayuda y apoyo educativo para acceder a la audición y al lenguaje oral.

CARACTERÍSTICAS DE LOS MENORES CON DÉFICIT AUDITIVO

La discapacidad auditiva no afecta a la capacidad intelectual ni a la habilidad de aprender, pero sí que conlleva otros problemas:

  • Tienden a estar solos y aislados, con poca tendencia a interactuar y suelen tener estados de temerosos, ya que en muchas ocasiones no tienen conciencia del peligro, por lo que es conveniente informarles de todo lo que se vaya a llevar a cabo.
  • Comunicación entre iguales más reducida.
  • Los resultados en la escuela suelen estar por debajo del resto. Es conveniente, para facilitar la comprensión, combinar métodos de comunicación, normalmente oral y visual.
  • Desarrollo motor entre un año y año y medio por debajo de lo esperado a su edad. Equilibrio y agilidad deficientes, lo que provoca inseguridad.

RECOMENDACIONES PARA LA COMUNICACIÓN CON PERSONAS CON DISCAPACIDAD AUDITIVA

  • No hablarle nunca sin que nos esté mirando
  • Situarse en un lugar donde nos pueda ver con claridad
  • Hablar con naturalidad: ni muy deprisa ni muy despacio. Vocalizar bien sin exagerar. Como ayuda, utilizar gestos naturales o escritura.
  • Si no nos ha entendido, repetir el mensaje o hacerlo de forma más sencilla.
  • No utilizar palabras sueltas
  • Si no le hemos entendido, no aparentar lo contrario. Pedir que lo vuelva a repetir.
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