Hoy os hablo de una pequeña que conocí hace unos meses a través de Instagram y que, como dice el nombre de su propia cuenta, “sonríe al mundo” cada día.

Ainara es una niña de casi 3 años que lleva luchando desde que nació. Nació prematura y tuvo que estar en una incubadora. 36 días después de nacer, se atragantó con la medicación que le suministraban y la aspiró a los pulmones. Esto provocó que su corazón estuviera unos minutos parado. Todo esto desembocó en una neumonía, y desde aquel momento, Ainara necesita oxígeno.

Pero las complicaciones no acaban aquí…

80 días después de su nacimiento, le detectaron un virus respiratorio muy grave, por lo que estuvo un mes en la UCI intubada. A raíz de esto, descubren que su pequeño cuerpo no fabrica varias hormonas, como la de crecimiento. Algunas de las secuelas que han quedado son:

  • Epilepsia
  • Hipotonía (bajo tono muscular)
  • Displasia broncopulmonar
  • Diabetes insípida
  • Bajadas de azúcar (hipoglucemia)

Cuando solo faltaban nueve días para cumplir los 5 meses de edad, por fin pudo volver a casa.

Después de todo esto, a sus padres no les extrañaba que a penas se moviera y estuviera como ausente, pero pasados unos meses, esto empezó a preocuparles. Le hicieron pruebas  y descubrieron que, además de todo lo que ya hemos mencionado, Ainara tiene atrofia cerebral y microcefalia. Los médicos creen que tiene una enfermedad rara, porque según dicen, es muy poco probable que una misma niña tenga a la vez tantas patologías raras.

Actualmente, y como podemos comprobar a través de su cuenta, Ainara y su mamá trabajan cada día con sus terapias. Algunas de las que llevan a cabo son:

  • Fisioterapia
  • Método Bobath
  • Musicoterapia
  • Equinoterapia (terapia con caballos)

En casa, continúan con sesiones de fisioterapia y llevan a cabo actividades de estimulación sensorial. Ahora, además, está empezando a utilizar el bipedestador, un soporte de apoyo que facilita la posibilidad de poner de pie a niños y niñas con bajo tono muscular.

Pero a pesar de toda la historia que Ainara lleva consigo desde tan pequeña, ella no pierde su sonrisa ni un solo día. Una luchadora incansable.

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