Tamara Rojo Martín, más conocida en Instagram y Facebook como @unamiradaespecialblog_, redes sociales en las que acumula decenas de miles de seguidores, encontró su vocación en la educación especial después de realizar en 2015 un curso de monitor de ocio y tiempo libre específico para personas con discapacidad.
Hace más de cuatro años nació su proyecto “Una Mirada Especial”, a través del cual crea y comparte recursos como juegos, cuentos, manualidades, etc, que como ella los define “están hechos con el corazón”. Su pasión por el aprendizaje le hace estar en continua formación, algo que le ha llevado a que la definan como “alocada”, según sus propias palabras, por seguir y seguir aprendiendo.
¿De dónde nace “Una Mirada Especial”?
A principios de 2017, cuando estaba empezando en el mundo de la educación especial, me ofrecieron un trabajo a domicilio con una joven con síndrome de Down. Empecé a crear para ella algunos materiales sencillos que después decidí enseñar en una cuenta de Instagram que ni siquiera tenía un nombre destacable. Mis primeras seguidoras me preguntaron dónde podían descargar esos recursos y así es como pensé en abrir un blog. Poco después creí que era necesario un nombre que me identificara y así se me ocurrió “Una Mirada Especial”.
¿Por qué ese nombre?
Porque creo que los niños y niñas con necesidades educativas especiales (NEE) ven el mundo de una manera singular y porque ahora yo también los veo de esa forma especial.
¿Cómo definirías la Educación Especial?
La educación especial es aquella que está destinada al alumnado con necesidades educativas especiales. Está enfocada a proporcionar los apoyos necesarios para compensar esas necesidades derivadas de una discapacidad de tipo sensorial, física o intelectual.
Dentro de tu trabajo, te centras en los juegos, la lectura y las manualidades, ¿por qué has elegido estas tres metodologías para reflejar la educación especial?
Creo profundamente en el aprendizaje a través del juego. Es un recurso educativo fundamental en el desarrollo de los niños y niñas. Rescato una frase que dice: “Todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando” (Francesco Tonucci).
En cuanto a la lectura, los cuentos nos permiten explicar a los niños y niñas algunas situaciones de la vida de manera más sencilla. Hacen que se sientan identificados con los personajes y facilitan la comprensión de estas situaciones, rutinas, etc.
Por último, en lo que se refiere a manualidades, a través de ellas podemos trabajar muchos aspectos como la motricidad fina, la estimulación sensorial, favorecemos la creatividad… y son un recurso divertido y agradable mientras los niños y niñas aprenden, además de que si las hacen también casa, son ideales para pasar un rato en familia.
¿Qué tipo de recursos creas y cómo desarrollas todo el proceso creativo hasta que obtienes el producto final?
La mayoría de los recursos que hago surgen de mi “mente inquieta”. Es más, si estoy viendo la tele, por ejemplo, y de repente se me ocurre algo, rápidamente me pongo enfrente del ordenador a crear.
Lo primero que hago es coger un folio y hacerme un pequeño boceto de lo que quiero, apuntando las ideas principales. Después, busco en bancos de imágenes los pictogramas que voy a necesitar. Dependiendo del recurso a crear, utilizo pictogramas de Arasaac.org que son muy concretos o bien imágenes un poco más abstractas. Después, abro el programa con el que realizo los recursos y… ¡a disfrutar creando!
En cuanto al tipo de recursos que creo son materiales educativos y, más específicamente, recursos con apoyos visuales para actividades de la vida diaria, historiales sociales para facilitar la comprensión de ciertas situaciones, etc.
¿Cuál es el valor de la gamificación o el juego como método de aprendizaje en el desarrollo didáctico y educativo de los niños y niñas con necesidades especiales?
Más que gamificación, donde se utiliza el juego como vía de aprendizaje pero en la que existe cierta competitividad, yo personalmente me quedaría con el juego como método de aprendizaje. De esta forma, el aprendizaje se realiza de forma vivenciada y el único objetivo es que todos los niños consigan llegar a una meta, que en este caso no es otra que la adquisición de nuevos conocimientos y/o habilidades, pero respetando siempre el ritmo de cada niño y teniendo en cuenta sus gustos y preferencias para captar su atención.
¿Crees que la participación de la familia es fundamental en este sentido? ¿Por qué?
Totalmente. Son las familias quienes pasan más tiempo con los niños/as mientras que el tiempo de las intervenciones con los profesionales es muy ajustado. Por ello, si en casa refuerzan todo lo trabajado en los coles o en las terapias, hay muchas más posibilidades de conseguir los objetivos. Para ello, es importante que se les tenga en cuenta durante el proceso educativo y/o terapéutico, proporcionándoles las herramientas y la información necesaria para que desde casa continúen trabajando.
¿Cuáles son las necesidades y especificidades más importantes que hay que tener en cuenta en la educación especial?
Dentro de las Necesidades Educativas Especiales, podemos encontrar las derivadas de cualquier tipo de discapacidad (física, intelectual, sensorial…), TEA (Trastornos del Espectro Autista) y trastornos graves de la conducta.
Por último, ¿qué le dirías a los futuros profesionales que quieren dedicarse a la educación especial?
Que es un ámbito muy bonito y muy satisfactorio, sobre todo cuando ves avances en las personas a las que estás ayudando, en el que debemos proporcionar todos los apoyos y ayudas que estén en nuestra mano, y para ello, debemos implicarnos al 100%. Y que no solo aprenden los niños, sino que nosotros también aprendemos de ellos.