La metodología TEACCH es un método de enseñanza cuyas siglas en español significan “TRATAMIENTO Y EDUCACIÓN DE NIÑOS CON AUTISMO Y PROBLEMAS ASOCIADOS DE COMUNICACIÓN”.

Fue creado en los años 70 por el Doctor Eric Schloper especialmente para personas con autismo. Pensado para fomentar su autonomía y obtener un mayor control de las conductas, aunque podemos aplicarlo con otros grupos de población, como en niños con TDAH o incluso en personas de la tercera edad.

Está basado en la enseñanza estructurada, es decir, adaptando el tiempo, el espacio y el sistema de trabajo a través de la estimulación visual en el ambiente. Las adaptaciones necesarias son:

  • TIEMPO: programando actividades cortas en las que el niño conoce tanto el orden en que se realizan como la finalización de las mismas. Para ello, podemos utilizar relojes de arena o temporizadores.
  • ESPACIO: estructurado en forma de rincones de aprendizaje (de juego, de informática, de desayuno…).
  • SISTEMA DE TRABAJO Y MATERIAL: material adaptado a las necesidades, organizado por áreas y por niveles.

Para llevar a cabo la estimulación visual en el ambiente, es necesario cumplir los siguientes niveles:

ESTRUCTURACIÓN FÍSICA

Las actividades estarán repartidas en rincones o zonas de trabajo destinadas a realizar un tipo de actividad en concreto.

HORARIOS O AGENDAS CON APOYOS VISUALES

Ayudan a tener una visión general de las actividades que se llevarán a cabo y el orden en que se han de realizar.

SISTEMA DE TRABAJO

En función de las posibilidades que tengamos con la persona con la que estamos trabajando, elegiremos un sistema u otro de trabajo. Algunos son:

  • SISTEMA DE BANDEJAS
  • BANDEJAS Y CAJAS AUTOCONTENIDAS
  • TRABAJO 1 A 1 (trabajo individualizado)

ESTRUCTURA VISUAL

Instrucciones con apoyos visuales donde se explica al alumno cómo ha de realizar cada actividad.

Los objetivos que persigue la metodología Teacch son principalmente:

  • Fomentar la autonomía de las personas
  • Disminuir el estado de ansiedad al no saber qué, cómo y durante cuánto tiempo ha de realizar cada actividad

Para ello, se recomienda la utilización de algunos instrumentos como el uso de relojes de arena, temporizadores… En un post os hablaba de unos relojes de gel, similares a los de arena, cada uno con una duración determinada: 35, 40 y 50 segundos.

 

En el post del siguiente enlace, podéis descargar un recurso elaborado por mí, imprescindible en la aplicación de esta metodología. Se trata de dos pequeños paneles donde a través de apoyos visuales indicamos la actividad que debe realizar en ese mismo momento y la duración de la misma. En el otro panel, indicaremos la actividad de ese momento también y la siguiente, que bien puede representar una “recompensa”. Por ejemplo, ponemos un pictograma de “trabajar”, y el siguiente una pelota. Esto indica que cuando termine de trabajar, podrá jugar. O como se indica en la foto, que después de jugar, habrá que recoger.

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