El Señor Panda tiene una bandeja llena de riquísimas rosquillas de colores que, aparentemente, quiere compartir con el resto de animales que encuentra a su paso.
“¿QUIERES UNA ROSQUILLA?”
“¿Quieres una rosquilla?” – le pregunta al pingüino. Pero cuando el pingüino le dice que quiere la rosa, Panda cambia de idea, no quiere compartir sus rosquillas.
Lo mismo hace con otros animales, como una avestruz o una ballena, quien a la pregunta de si quiere una rosquilla, ella le responde que… ¡las quiere todas!.
Por último, se encuentra con el lemur, quien le pide una rosquilla, pero para ello utiliza las palabras “mágicas”: “POR FAVOR, señor Panda”.
Esta respuesta sí que le ha gustado a Panda, así que, al contrario que ha hecho con los otros animales, decide darle todas las rosquillas al lemur.
A través de este cuento aprenderemos que, si queremos conseguir algo de los demás, siempre debemos hacerlo de manera educada, utilizando palabras “mágicas”, como “POR FAVOR”, “GRACIAS”…
Tiene muy poco texto, y una estructura repetitiva, ya que Panda siempre repite la misma pregunta.
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