El TDAH es un trastorno diagnosticado normalmente en la primera infancia con síntomas principalmente conductuales, que interfiere e incluso deteriora aspectos del entorno escolar, laboral y familiar.
El 95% de los niños y niñas dignosticados/as con TDAH no presentan ningún daño neuronal, y presentan problemas para concentrarse o tener paciencia, y en ocasiones falta de control de impulsos.
Normalmente presentan características asociadas como falta de atención, dificultades del aprendizaje, falta de madurez incluso baja autoestima. También pueden conllevar trastornos del sueño y agresividad.
Los criterios necesarios para diagnosticar TDAH son:
- FALTA DE ATENCION: les cuesta trabajo acabar las tareas que empiezan, se distrae con facilidad, tiene problemas para concentrarse, parece que no escucha cuando se le habla…
- IMPULSIVIDAD: no piensa antes de actuar, cambia a menudo de una actividad a otra, tiene dificultades para organizarse, necesita supervisión…
- HIPERACTIVIDAD: corre mucho durante todo el día, se sube a los muebles, no puede estar sentado/a ni quieto/a en un sitio, le cuesta quedarse dormido/a y cuando lo está se mueve mucho, siempre está haciendo algo.
El inicio de todos estos síntomas debe ser anterior a los 7 años, y debe estar contrastado que no se debe a ninguna otra patología mental.
Se pueden distinguir 3 tipos de TDAH:
- TDAH con predominio de déficit de atención
- TDAH con predominio de hiperactividad/ impulsividad
- TDAH combinado
Este trastorno afecta a más niños que niñas siendo la proporción 1 niña por cada 3 niños.
Los factores que causan este trastorno no se saben con seguridad, pero hay indicios sobre factores genéticos, ambientales y psicosociales